Freddie Mac y Fannie Mae dijeron...Buenas tardes.
El Gran Relator de la Feliz Casa estaba ronco. Durante años y años, su inapreciable labor como historiador había sido justamente ensalzada por las gentes de la Dichosa Dinastía; mas el ataque de los Terribles Dragones de los Mercadosobligó al indómito Paladín de la Verdad a refugiarse en un apartado monasterio.
Pasaron los meses, pero el franco cronista encontraba que su preciada voz ya no emitía con la potencia de antaño por causa de haber aspirado el fétido aliento de los Dragones Mercachifles. Tuvo que guardar silencio y el monasterio se convirtió en una discoteca.
Meditaba el Abierto Exégeta:
- ¿De verdad no le importa llegar a La Moncloa de forma tan barata, tan pequeña...?
Enlace al comentario en el Blog de Santiago González
El Gran Relator de la Feliz Casa estaba ronco. Durante años y años, su inapreciable labor como historiador había sido justamente ensalzada por las gentes de la Dichosa Dinastía; mas el ataque de los Terribles Dragones de los Mercadosobligó al indómito Paladín de la Verdad a refugiarse en un apartado monasterio.
Pasaron los meses, pero el franco cronista encontraba que su preciada voz ya no emitía con la potencia de antaño por causa de haber aspirado el fétido aliento de los Dragones Mercachifles. Tuvo que guardar silencio y el monasterio se convirtió en una discoteca.
Meditaba el Abierto Exégeta:
- ¿De verdad no le importa llegar a La Moncloa de forma tan barata, tan pequeña...?
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