Freddie Mac y Fannie Mae dijeron...

Llegó El Gran Día del Imperio.
El Sumo Timonel Ambisiniestro subió al Baño Fragante de Masas, desde donde podría percibir los olores (o loores, que nunca lo tuvo muy claro) de la plebe. Dijo a la Ministra de Coros y Danzas:
-Me agrada esta costumbre del pueblo, que cada año regala mis oídos con un recital de ópera. Promulgaré un edicto por el cual la gente estará obligada a interpretar este día una composición en honor de Su Supremo. Así, las futuras generaciones podrán perfeccionar sus habilidades musicales.

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